El proyecto consiste en la reforma de una casa unifamiliar de dos plantas ubicada en Sant Pere de Ribes, con las estancias principales orientadas a Sur y al jardín, los dormitorios secundarios orientados a Norte y a la calle, y los baños y cocinas distribuidos en la zona intermedia.
La propuesta conserva en gran parte la distribución original de la vivienda, pero se aplican una serie de modificaciones, especialmente en lo que respecta a la conexión entre la cocina y el comedor. También se mejora la relación de las diferentes estancias principales de la casa con el espacio exterior.
Debido a las restricciones de presupuesto impuestas por los clientes, se decide concentrar esfuerzos e intervenir radicalmente en la zona posterior de la casa. Se inserta un nuevo volumen de hormigón que actuará de vínculo entre espacio exterior e interior, se multiplican las visuales y se crea una natural comunicación entre interior y exterior de un modo simple y diáfano.
De esta manera se mantiene el aspecto original de la fachada principal y el jardín delantero, en consonancia con las casas colindantes, mientras que en la fachada posterior se concentra el grueso de la actuación: se crea un nuevo espacio totalmente diferente al original, un espacio que penetra hacia el interior e impregna cada estancia de la esencia mediterránea propia del lugar.
Una plataforma de hormigón emerge desde el interior de la casa y delimita el espacio exterior. La plataforma se eleva respecto el terreno original, pero se relaciona con él sin entrar en conflicto alguno; asimismo, la piscina exterior define un límite finito.
Por otra parte, fruto de la nueva estrategia de proyecto, se consigue una ventilación natural cruzada, cosa que permite sacar el máximo partido de la ubicación de la casa y su proximidad con el mar. Se dota la vivienda de un mayor confort térmico y se brinda a los residentes la posibilidad de disfrutar durante un mayor tiempo de las bondades del clima mediterráneo que nos rodea.